EL PRIMER AÑO
4-6 semanas: Al nacer, la cabeza del recién nacido es muy grande relación a su cuerpo y, unido a que los músculos del cuello no son suficientemente fuertes para aguantar su cabeza, es necesario sujetársela cuando cogemos al bebé en brazos.
Al mismo tiempo, va fortaleciendo las rodillas y las caderas y no las tiene tan flexionadas.

Entre los 3-4-5 meses: La musculatura de su cuello se va fortaleciendo poco a poco y una prueba de ello es que, manteniendo al bebé en posición erecta, sostiene la cabeza durante más de 10 segundos. Además, empieza a aguantarse sentado durante un periodo corto de tiempo si no tiene ningún tipo de soporte lumbar.
A los 6-7 meses: Acostado boca a bajo, el bebé es capaz de levantar la cabeza y el pecho apoyándose con las manos y manteniendo los brazos extendidos.
Por otro lado, empieza a girarse sólo pasando de la posición prona a la supina y a la inversa. También, si alguien lo sostiene por los brazos, se mantiene derecho con los pies en el suelo y las piernas en posición vertical. Hay que destacar que ya mantiene el tronco recto y que no necesita sujeción para mantenerse sentado.

Durante los 8-9-10 meses: El bebé empieza a sentarse sólo partiendo de la posición prona o supina e incluso se desplaza por el suelo reptando, arrastrando el culo o gateando. Además, sus piernas ya aguantan el peso del cuerpo lo que ayudará a que se mantenga un rato de pie con ayuda. En cuanto a las extremidades superiores, y en concreto a sus manos, el bebé sabe hacer la pinza y sacar objetos que están dentro de una cesta o una caja y éstos los golpea entre sí.
También hay que destacar que, cuando está de pie, se mantiene en esta posición sin ayuda durante más tiempo y si se le ofrece la mano, el bebé anda.
EL SEGUNDO AÑO


Entre los 17-18-19 meses: El bebé coge granos de cereales haciendo la pinza, construye torres de 4 cubos, hacer garabato circulares, gira hojas de papel, es decir, hace diferentes técnicas plásticas con diferentes materiales. En esta etapa la estimulación motriz no sucede a través de actividades específicas, sino por la práctica de técnicas plásticas. En este caso será muy importante la estimulación de la motricidad fina.
A los 18-19-20 meses: El bebé puede sentarse sólo, aunque con alguna dificultad, en una silla que le llegue a la altura de sus rodillas y sin necesidad de que la silla tenga brazos.


También empieza a subir y bajar escaleras poniendo los dos pies en cada peldaño cogido de la mano de alguien y a esta edad, además, ya sabe andar de lado y hacia detrás aunque cae a menudo cuando corre al no controlar la parada ni el giro.
Ahora ya recoge objetos del suelo sin dificultad y sube escaleras sin cogerse.
A partir de los 22-23-24 meses: El niño empieza a sentir el ritmo y disfruta moviéndose como si bailara. Sabe correr pero no frenar, ni pararse en las esquinas. Este paso es un gran desarrollo ya que el niño tiene los pasos básicos de su cuerpo asimilados y ya puede coordinar la voluntad con su cuerpo, aunque este en un proceso de aprendizaje.
EL TERCER AÑO

Segundo trimestre (30-36 meses): Construye un puente imitando un modelo. Realiza la acción de desenvolver un objeto la cual lo consigue fácilmente y sin extirpar el papel.
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